20091231

Y el recuerdo le atormenta, le tortura y le asesina. Recuento del 2009

¿Qué fue realmente el 2009 para mí? Mi respuesta es que fue la segunda parte de lo acontecido en 2008. Sin duda estos dos años van unidos por todas las razones que puedo mencionar de manera muy personal tales como sorpresas, giros del destino, amores (no hubo desamores, sólo transiciones), fracasos profesionales (muy constantes y letales), depresiones, enfermedades, borracheras, grandes amistades (que sólo son tres), apertura, decisiones a futuro, reencuentros, muy buena música, etcétera. Lo curioso de todo esto fue la construcción de los hechos en ciertos momentos, que cuando no parecían tener lógica o conexión alguna fueron adquiriendo su forma hasta llegar al final de éste año, en el cual precisamente hoy culmina todo lo vivido cerrando consecuentemente un largo capítulo así como un tormentoso ciclo.
Todo lo anterior se fundamenta en que pasaron años como 2002, 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, que extrañamente no tenían nada que ver el uno con el otro. Cada uno contaba con dos etapas (probablemente apegado a la costumbre de los ciclos escolares) que pasaban de manera muy singular y distinta cerrando con broche de oro. Llegó el 2008 y la primera parte parecía llevar el curso normal de los años anteriormente mencionados, es más, me pareció una especie de etapa obscura. Ya a partir de la segunda parte fue cuando todo empezó a cambiar sorpresivamente y se extendió hasta hoy día 31 de diciembre de 2009. En concreto, para este año no hubo una división temporal, sino que abarcó dos años.
Es así como puedo asegurar que se inicia un ciclo nuevo, las evidencias están ahí: final de la universidad, crisis económica, un país en plena descomposición (eso siempre pero ahora es que se siente más), problemas de salud, problemas existenciales, arrepentimiento y mucho, pero mucho más. No obstante, los cambios que hubieron en mi vida todo este tiempo al menos para mí son imposibles de descifrar y hasta resultan inciertos a futuro, porque no fueron los que a mí me agradaron, porque fueron más mal que para bien, porque fueron dolorosos (y lo que me falta), porque para lo que sigue su estado es de una herida que se gangrena y se descompone hasta morir.
Dentro de lo poco bueno no hay mucho, pero se agradecen los pequeños buenos momentos así como también los más simples quedando como meros datos y sólo sirven para el verdadero recuento. He aquí mi salida de Teleperformance, mi entrada al servicio social y sus problemas consiguientes, ese inolvidable viaje a Veracruz que me regresó un poco el aliento, la sorpresiva e inesperada relación que tengo hasta el momento, mis últimas vacaciones de la universidad, la influenza, la guerra contra el narco, crisis económica (a final de cuentas soy "hijo de la crisis" como diría Florescano), Michael Jackson, los tapados, el post 100, el efímero e intrascendente proyecto de Maximilian, mi renuncia total a todo lo que tenga que ver con la carrera de historia, en fin, muchas cosas que en éste momento me da flojera mencionar o en el peor de los casos ya se me olvidaron. Ahora sólo a esperar que me depara el año que sigue. No puedo decir feliz año nuevo debido a que no queda conmigo decirlo, sería hipócrita, pero cada quien vívalo a su manera. Me despido.........

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