20110605

Crónica

Crónica de los últimos días (Ciénega). Dos días de borrachera y un domingo familiar. Salir a la carretera suele ser algo reconfortante en la mayoría de las ocasiones. El calor, el efecto blur, los mezquites, los federales, los retenes, los autobuses, las curvas. El día estaba planeado para ir a alguna alberca, buscar un regocijo del calor de la ciudad. Hay que decirlo, la gente aquí no sabe lo que es bañarse en un verdadero río. La diversión del típico regiomontano es ir a asar carne en un lugar donde vea correr el agua, aunque éste sea un pequeño arroyo o charco. Por mi parte, vengo de un lugar donde el mar, el río o alguna laguna son vastos y totalmente accesibles para darse un baño. Las albercas no son la mejor opción, están llenas de babas y orines.

Mientras observo a mis familiares conviviendo, mientras bebo una cerveza, me doy cuenta de sus peculiares situaciones: el tío que me está invitando las cervezas es un alcohólico sin límites, decadente y diabético, aún así su esposa tolera todo; el otro tío -también diabético- y su esposa tienen viviendo a su hija en casa, con esposo y dos hijos y toda la cosa, tienen un sobrino el cuál vino a buscar un mejor futuro pero desafortunadamente se topa con la realidad de que Monterrey ya cambió y aún no consigue trabajo; y por último la esposa de un primo de la cuál lo más destacable es su pequeña bebé y su esposo trailero. En fin, mejor le sigo dando más tragos a mi cerveza y como un taco de carne asada, aún me encuentro agotado de tanta fiesta.

El pequeño municipio se ve tranquilo a pesar de estar infestado de mañozos, obviamente no se compara con el caos de la ciudad y tal vez sea de los pocos lugares del área rural en el que se puede respirar cierta paz y tranquilidad. No obstante, era momento de salir del balneario, contemplando el hermoso crepúsculo que sólo ésta parte del norte nos puede regalar.

Mientras regresamos voy analizando todo lo del fin de semana y me provoca cierto temor el hecho de partir, supongo que es normal. Antes de irme quisiera regresar a aquél lugar a respirar su paz y volver a la hora del crepúsculo, tal vez quedarme a dormir aunque sea borracho.

Pequeño dato: Ciénega de Flores, Nuevo León, se localiza al norte de la ciudad de Monterrey. Tiene una extensión de 171.958 km² y limita al norte y al oeste con Salinas Victoria, al sur con Apodaca y al oeste con General Zuazua. Su suelo es en parte montañoso con las atribuciones de la Sierra de Minas Viejas. El resto es generalmente plano. El salinas es su rió principal, pasa por la cabecera municipal. Se le conoce como la "capital del machacado con huevo".

Pueblito By Los Cadetes de Linares.........

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