
Al parecer los días que he tenido libres o de descanso han sido solamente una especie de ilusión que realmente no me han alivianado en nada después de días tan complicados. Básicamente uno espera o promete dormir todo el día y descansar hasta más no poder, pero, desafortunadamente no es así. Al comenzar la semana uno se encuentra con que las manifestaciones que eran de malandros la semana pasada, ahora se han convertido en las mamás de estos y de sus abuelitos. El tráfico sigue asquerosamente molesto y los operativos están a la orden del día, es más, ahora ya se ha extendido a otras regiones norteñas, principalmente las fronterizas, dándonos la muestra de las fatales consecuencias del enfrentamiento y que al menos ya todo el país sabe que es lo que esta sucediendo por estos lares.
Pero creo que ya debo dejar de hablar de eso, lo importante es que como es bien sabido dentro de una gran ciudad tan mocha como ésta, suceden las diversas historias y situaciones ligadas de alguna manera, dando como resultado el comienzo en casa de Leo y la terminación en el Chac mool.
El primer escenario resultó ser bastante espontáneo, saliendo del servicio social íbamos en el metro y de repente salió la idea de ir a cotorrear simplemente, pero, ya en casa de Leo pues que se le ocurre pistear y pues ni tardos ni perezosos fuimos por tres caguamones, fue tranquilo no pasó nada, eso fue bueno, aunque quedamos picados. Para el siguiente día fuimos al Chac, y debo confesar que ya estaba planeado cortesía de la Monnicure y ahí fue la verdadera Katharsis (y no precisamente la exposición de fotos de lucha), posteriormente de ahí ya no recuerdo nada..... bueno sí pero prefiero no detallar.
En fin, me despido dejando la foto en estado alcohólico o al menos como nos vemos dentro de ese mundo. Por último, dentro de mi alcoholización mientras estaba tirando una medalla de bronce, en las paredes del baño me encontré algo excepcional, algo que quedará en mi nanomemoria histórica y quien la haya escrito va a quedar en la posteridad, al menos cuando vuelva a estar alcoholizado, y reza así: "Voy a escribir unos versos en este condón, para así meterte toda la verga llena de poesía" (anónimo [EPIC FAIL]), adiós.
1 comment:
¿Que tal Arturo?
Como me lleno de risa esa magistral frase del condón con la que terminas el post, simplemente es buenísima y lo mejor es que sí un día se aplica, estoy seguro que ya no serían necesarios esos 30 minutos de abrazos. Saludos
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